[intervalo II]

— ¿Quién es?

— Soy yo.

Y la puerta se abre. Esta pregunta-respuesta hace las veces de fórmula mágica para el acceso a algunos lugares. La voz posibilita el reconocimiento que la vista no permite y se asocia a quien está al otro lado. Si algo suena, aunque no lo veamos, se hace visible de algún modo. El sonido se vincula con distintos significados y lo mismo sucede con la voz. Si te paras a pensarlo… ¿qué dice tu voz de ti? ¿Expresa lo mismo en cada momento?

Las huellas de la voz hablan también del contexto social que habitamos, de cómo sonaba el barrio de nuestra infancia, de si tenemos acento o hablamos “neutro”, de si nuestra voz es la esperada según nuestro género, de si es una voz “de aquí” o “de fuera”, de si es una voz funcional a ojos del sistema capitalista. En cada nuevo escenario la voz se modula de forma diferente y, al mismo tiempo, se encasilla en categorías sociales que pueden llegar a ser limitantes.

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    Úvula: relato de ficción

[intervalo II]

Aguatinta, aguafuerte, gofrado y serigrafía, 2022.

¿Qué información recoge nuestro DNI? ¿Cómo nos identificaríamos si en nuestra realidad todo girase en torno a lo sonoro? El Documento de Identidad Sonora contiene nuestros datos biométricos en relación a la voz y a la escucha. Este documento nos identifica mediante la imagen de nuestras cuerdas vocales, el tono de nuestra voz, su intensidad, nuestro acento y nuestro nivel de escucha. En el pentagrama suena nuestra canción de infancia y lo correspondiente a la firma es la señal de voz de nuestro nombre.

Nuestra voz nos define atendiendo a las construcciones socioculturales del contexto que habitamos. Esta imagen nos invita a reflexionar sobre qué voces tienen más legitimidad, cuáles se consideran dentro de la norma y cuáles se sitúan en los márgenes.

[intervalo II]

Videoarte: Tono

El tono del sonido se determina por la velocidad de su vibración. Bajas frecuencias y altas frecuencias fluyen a través de un amplísimo espectro entre lo grave y lo agudo. Voces que se re-descubren poco a poco, que florecen, que se liberan, voces-espejo que cantan y vibran  – aullidos que celebran su potencia. Esta es una aproximación visual de su diversidad, donde caben todas ellas: las que graznan, las que oscilan, las que arrullan o las que arrollan, las que hablan con las manos. Y sosteniendo este crecimiento y reconocimiento, la comunicación más honesta posible: los cuidados de todas las identidades que formamos la colmena. Para verse hay que escucharse.

Producción musical: Las voces que cuentan

Una melodía nostálgica, compuesta por acordes de guitarra, solos y sonidos digitales acompañan los testimonios recogidos a lo largo de la investigación sobre la vivencia personal de la voz en subjetividades disidentes. El [intervalo II] nos habla de la violencia recibida por tener una voz que de alguna manera se sale de la norma y, al mismo tiempo, de su potencial subversivo y estrategias de resistencia. 

[intervalo II]

Ecos de Úvula 2

Muchos años atrás, la población preuvular fue testigo diario de la agonía del planeta. Olas de calor que rondaban los 50° y nevadas inesperadas de más de 40 cm. Sequías prolongadas y tormentas eléctricas. Incendios, terremotos, ciclones. La situación era insostenible y edificar bajo suelo se convirtió en una urgencia. Así fue como nació Úvula, un rascasuelos estructurado en tres niveles. El primero de ellos es c[ʎ]mba, donde reside berlmaR, situado a 30 metros de profundidad. El siguiente es colum[ɛ]la, que se encuentra entre los 30 y los 60 metros. Por último, cóc[ʃ]ea, que se alarga hasta los 90 metros bajo tierra. Las tres áreas se comunican a través del transuvular, una red de ascensores que conecta las distintas regiones. 

En Úvula se consideró que había que plantear el concepto de identidad en unos términos diferentes a los del pasado. Anteriormente, había sectores que concebían lo identitario como algo esencial, en base a lo que determinaban quién pertenecía a una categoría o territorio y quién no, quién podía desarrollar un trabajo y quién no, quién podía procrear y quién no. 

Por este motivo, cada ciudadane tiene un Documento de Identidad Sonora, también conocido como DIS. Este carné en continua metamorfosis está monitoreado para grabar el impacto de las vibraciones del sonido vocal. Su información se actualiza cada vez que quien lo posee habla o escucha porque la identidad se entiende muy vinculada a la voz: algo único y, al mismo tiempo, en transformación constante a partir de las interacciones con el resto.